El trastorno crónico de tic motor consiste en arrebatos verbales o movimientos rápidos e incontrolables (pero no ambos).
Trastorno crónico de tic vocal; Tic: trastorno de tic motor crónico
Aproximadamente entre el 1 y 2% de la población presenta el trastorno crónico de tic motor. Esta afección es más común que el síndrome de Tourette; sin embargo, no es tan frecuente como el trastorno de tic transitorio.
Los tics crónicos pueden ser formas del síndrome de Tourette.
Las personas pueden contener estos síntomas durante un período de tiempo breve, pero experimentan una sensación de alivio cuando realizan estos movimientos. Los pacientes típicamente los describen como responder a un deseo interno y pueden tener sensaciones anormales en el área del tic antes de que éste ocurra.
Los tics pueden continuar durante todas las etapas del sueño y pueden empeorar con:
Por lo general, el médico puede diagnosticar un tic durante un examen físico. Normalmente no se necesitan exámenes.
Para que le diagnostiquen este trastorno usted:
El tratamiento depende de la gravedad de los tics y de la forma como este trastorno lo afecte. La psicoterapia y los medicamentos se utilizan únicamente cuando los tics tienen un impacto mayor en las actividades diarias, tales como el desempeño escolar y laboral.
Los fármacos que se utilizan para tratar los tics abarcan los bloqueadores de dopamina, como flufenazina, haloperidol, pimozida y risperidona. Estos fármacos pueden ayudar a controlar o reducir los tics, pero tienen efectos secundarios como trastornos de movimiento y lentitud cognitiva.
Las inyecciones de toxina botulínica se utilizan para tratar ciertas formas tics distónicos.
En años recientes, la estimulación cerebral empleando electrodos implantados de manera permanente en el cerebro ha mostrado resultados prometedores.
El pronóstico para los niños que desarrollan este trastorno entre los 6 y los 8 años por lo regular es muy bueno. Los síntomas pueden durar unos 4 a 6 años y luego cesan sin tratamiento a principios de la adolescencia.
Cuando el trastorno comienza en niños mayores y continúa hasta los 20 años, se puede convertir en una afección de por vida.
No suele haber complicaciones.
Por lo general, no hay necesidad de acudir al médico para consultar por un tic, a menos que éste sea severo o altere su vida.
Si usted no puede diferenciar si sus movimientos son un tic o algo más grave (como una convulsión), consulte con el médico.
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